“Una biblioteca no es un conjunto de libros leídos,
sino una compañía, un refugio y un proyecto de vida.”
— Arturo Pérez-Reverte
Durante siglos, la Biblioteca de Alejandría simbolizó el sueño más ambicioso de la humanidad: reunir todo el conocimiento del mundo en un solo lugar.
Pero ese sueño ardió. Lo que fue luz terminó en cenizas. Hoy, su recuerdo es tan poderoso como su pérdida.
El Dragón de Alejandría nació como un inventario de mis libros.
Un modo de ordenar lo que tengo, de recordar lo que he leído.
Ojalá que con el tiempo se convierta en algo más: un archivo de citas, un mapa de lecturas, una forma de memoria.
Y si alguien lo encuentra, tal vez le sirva para descubrir un libro, una frase, una historia que le acompañe.
No pretende ser pública ni universal.
Es una biblioteca personal. Privada.
Hecha de lecturas, citas, ideas y fragmentos de vida.